INTRODUCCIÓN
Representa a Cristo en la cruz, tres clavos, ojos y boca entreabiertos, corona de espinas trenzada, barba corta en dos picos y mechón que cae sobre el hombro derecho, inclina la cabeza hacia ese lado y llaga en costado con abundante goteo de sangre por todo el cuerpo. Musculatura marcada y paño de pureza corto.
Influencias de Juan de Juni, que junto con Picardo trabajó en el retablo mayor de la Catedral de El Burgo de Osma. Establecieron modelos que fueron repetidos posteriormente por los artistas que vinieron después.
Constituye un buen ejemplo de la imaginería de la época a tamaño natural. Guarda ciertas similitudes con el producido por el mismo Juni hacia 1572 y que se conserva en el Monasterio de Santa Catalina de Siena en Valladolid, se diferencia de otros suyos por su clasicismo, alejándose en lo anatómico de su habitual patético retorcimiento.
Técnica de Ejecución:
Talla en madera policromada. Bloque longitudinal, posible vaciado en paño de pureza en reverso. Ensamblajes en uniones hombros y elementos encolados con adhesivo natural. Empleo de tela en uniones como prevención para futura apertura de grietas. Se fija a la cruz por los clavos y una argolla metálica en la espalda.
Preparación artesanal blanca, espesor medio y existencia de color subyacente, siendo la policromía visible un añadido de época posterior a su ejecución original, de aspecto oleoso y pincelada marcada.
La cruz inicial fue sustituida por la que muestra en la actualidad, contiene cartela con la inscripción INRI. Corona metálica añadida.
Datos históricos:
La antigua Cofradía de la Vera Cruz encargó la construcción de un Humilladero a las afueras de la ciudad de Soria, tal y como consta en escritura de fecha 15 de septiembre de 1552 otorgada entre la cofradía y los canteros Pedro y Rodrigo Pérez de Villabiad ante el notario Francisco de Ríos, recogida en el libro "ARTISTAS y ARTÍFICES SORIANOS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII" (Marqués de Saltillo, 1948). El Ayuntamiento de Soria colaboró en la construcción de este templo según consta en sus libros de Actas, en acuerdo tomado en sesión del 27 de mayo de 1552. En este Humilladero colocaría la Cofradía de la Vera Cruz la imagen del Cristo Crucificado que ha llegado hasta nuestros días.
En 1960, siendo Hermano Mayor de la Cofradía D. Felipe del Amo Tomás se decide incorporar a la procesión el Santo Cristo del Humilladero tal y como consta en la prensa de la época y en el Programa Oficial de Semana Santa. Desde entonces la imagen no ha dejado de participar en las procesiones propias de su Cofradía del Jueves Santo por la noche (23,30 horas) y en la General del Viernes Santo (19,30 horas).